Vamping: Consejos para evitar desórdenes orgánicos y el papel ejemplar de los padres

El vamping: el insomnio del siglo XXI

“El vamping es el insomnio del siglo XXI”. Así de categórica se muestra la doctora Ángela Milán en la campaña Por un uso love de la tecnología de Orange, que analiza este fenómeno. Sabe de lo que habla: es neuróloga y especialista en sueño de la Clínica Universidad de Navarra y cuenta con un amplio currículum en la materia.

El término vamping, como otros muchos del mundo de la tecnología, tiene su origen en el idioma inglés. Es la suma de ‘vampire’ (vampiro, animal activo por la noche) y ‘texting’ (envío de mensajes). Y ha acabado por ser una epidemia que no solo afecta a adolescentes, pero que repercute más en ellos por encontrarse en un momento clave de su desarrollo físico y mental.

¿Qué es el vamping?

Se refiere al mal hábito de usar la tecnología por la noche, a la hora de irse a dormir e incluso de madrugada. Es una escena que se repite en muchos hogares y que tiene como protagonistas a jóvenes que roban horas al sueño para contestar a amigos y conocidos por WhatsApp, seguir enganchados a las redes sociales, descargar vídeos, ver a sus streamers favoritos o disfrutar de alguna serie.

La consecuencia de esta ‘ultraactividad’ mental y sobreexposición a las pantallas en momentos indicados para la desconexión es, de forma irremediable, un mal descanso. Lo que lleva a los adolescentes a estar fatigados durante el día y a reducir su concentración en el colegio o el instituto y, por lo tanto, su rendimiento académico.

Desórdenes orgánicos causados por el vamping

A nivel fisiológico, los cambios en los hábitos de sueño llevan a una reducción de los niveles de melatonina, que puede provocar alteraciones en el metabolismo que estimula el apetito y la ingesta de alimentos dulces y ricos en grasas. Y, en consecuencia, una subida de peso e incluso la aparición de diabetes.

La luz de onda corta de las pantallas de los móviles y las tabletas lleva al cerebro a entender que todavía es de día y evita que el cuerpo segregue la melatonina indispensable para conciliar el sueño. También se sabe, como destaca la doctora Milán, que el vamping afecta a las defensas y al sistema inmune. Y provoca fatiga visual porque se fuerza la visión de corta distancia, que es la menos natural al ser humano. Además, reduce el parpadeo y, por lo tanto, la hidratación del ojo. No hay que olvidar que, a edades más avanzadas, el insomnio está relacionado con la aparición de ictus, infartos y cuadros de depresión.

Consecuencias psicológicas del vamping

Además, un joven que en medio de la noche se despierta para consultar el móvil estará más estresado que uno que no lo hace. Y también más irritable e irascible. Y asimismo tendrá más riesgo de caer en adicciones tecnológicas como la ‘nomofobia’, que es el miedo irracional a no tener móvil y estar desconectado de internet. Se sabe que con cada like en las redes sociales, el cuerpo libera dopamina, que es el neurotransmisor del placer y la euforia. Y eso acaba generando dependencia.

Consejos para evitar el vamping

Una persona en su etapa de desarrollo debe dormir unas nueve horas para que el cerebro refuerce durante el sueño las conexiones neuronales. El vamping no ayuda, pero, por suerte, tiene remedio. Para evitar el llamado ‘insomnio tecnológico’, las familias y los propios jóvenes tienen que ser disciplinados y cumplir con unas rutinas básicas.

Consejos para conciliar el sueño y evitar el vamping

Si quieres tener un descanso reparador y evitar caer en la tentación del vamping, es importante seguir algunas pautas. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:

1. Desconectar las pantallas antes de dormir

Es recomendable desconectar las pantallas al menos un par de horas antes de ir a la cama. De esta manera, permites que tu cuerpo genere melatonina, la hormona responsable de regular el sueño. Evita utilizar dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tablets o computadoras en la hora previa al descanso.

2. Crea un ambiente propicio para el descanso

En tu habitación, procura tener una iluminación tenue, sin ruidos y una temperatura agradable. Estas condiciones ayudarán a relajar tu mente y cuerpo, favoreciendo una mejor calidad de sueño. Recuerda que es importante crear un ambiente de relajación y descanso.

3. Establece una rutina de sueño

Es recomendable establecer una hora fija para dormir, incluso los fines de semana. Esto ayudará a regular tu ritmo circadiano y facilitará que concilies el sueño más rápidamente. Intenta mantener una rutina constante, levantándote y acostándote a la misma hora todos los días.

4. Aleja el móvil de tu mesilla de noche

Para evitar la tentación de revisar el móvil antes de dormir o durante la noche, es aconsejable dejarlo fuera del dormitorio. Al tener que desplazarte para alcanzar el dispositivo, es más probable que te abstengas de utilizarlo antes de dormir.

5. Practica la relajación antes de dormir

Antes de acostarte, dedica unos minutos a relajarte. Puedes permanecer en la cama sin hacer nada durante cinco o diez minutos, concentrándote en tu respiración y dejando que tus pensamientos se calmen. Esto ayudará a bajar la actividad cerebral y preparará tu mente para el sueño.

La importancia de dar ejemplo

Los padres tienen un rol fundamental en la prevención del vamping en los más jóvenes. Es importante que, si ellos también son víctimas de este hábito, apliquen las mismas medidas de sueño que sus hijos. Dar ejemplo es fundamental para fomentar una relación sana con la tecnología.

Si los padres predican con el ejemplo, evitando el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, los adolescentes serán más propensos a seguir sus pasos. Por el contrario, si los mensajes transmitidos son contradictorios, los jóvenes podrían sentirse más tentados a caer en el vamping.

El vamping puede tener consecuencias negativas en la vida de los jóvenes, como problemas de sueño, menor capacidad creativa y empática, mayor riesgo de consumo de sustancias tóxicas y excitantes, bajo rendimiento escolar, entre otros. Es importante que las familias, instituciones y la sociedad en general tomen conciencia de las implicaciones de este problema y trabajen en conjunto para promover un uso saludable de la tecnología.

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